La faringitis viral es una inflamación de la mucosa de la faringe o garganta, ocasionada por una infección viral. Algunos virus como el resfriado, la gripe o la mononucleosis pueden ocasionar que la mucosa de la garganta se inflame, presentando molestos síntomas como el dolor y la dificultad para tragar.
Esta condición es muy contagiosa, propagándose a través del contacto directo con la saliva de alguien infectado. Estornudar, toser e incluso hablar, basta para esparcir gotas de saliva que pueden hacer que otra persona se contagie.
Además, hábitos como compartir con otra persona objetos de uso personal como cubiertos, vasos o el cepillo de dientes, también contribuyen a que esta infección de la garganta se propague fácilmente.
¿Quieres conocer más acerca de esta condición y el modo de tratarla? En este artículo te explicamos sobre la faringitis viral, sus síntomas, causas y cómo aliviarla.
Causas de la faringitis viral
Esta condición está provocada por un virus y es muy habitual padecerla durante los meses de frío. Las enfermedades virales más relacionadas con la aparición de faringitis son:
- Resfriado común.
- Gripe.
- Varicela.
- Sarampión, una de las enfermedades más contagiosas.
- La mononucleosis, infección viral que además de fiebre provoca la inflamación de los ganglios linfáticos y, por ende, genera un fuerte dolor de garganta.
Además de los virus, existen otras causas que pueden dar lugar a una inflamación de la mucosa de la garganta. Entre ellas encontramos:
- Alergias al moho, al polvo o al polen.
- Estar frecuentemente expuestos a ambientes en los que hay elementos irritantes, como humo de tabaco, mucha polución o contaminación ambiental.
- Sufrir de sequedad en la garganta.
Solo una minoría de los casos son producidos por una bacteria, dando origen a un cuadro de faringitis bacteriana.
Síntomas de la faringitis vírica
En cuanto a los síntomas, además del dolor de garganta provocado por la inflamación de los ganglios linfáticos debido a la infección, existen otros síntomas de la faringitis viral que pueden presentarse con mayor o menor intensidad, dependiendo de cada persona.
Entre ellos encontramos:
- Dolor al tragar.
- Sequedad en la garganta.
- Ganglios inflamados que pueden palparse al tocar el cuello externamente.
- Inflamación de las amígdalas o amigdalitis.
- Fiebre que no supera los 38ºC [1].
- Dolor de cabeza.
- Sensación de fatiga y cansancio.
Estos síntomas dependerán siempre del virus que produzca el cuadro de faringitis, así como del estado de salud general de cada paciente. Además, es importante estar atentos a cualquier señal que indique que se puede tratar de una infección bacteriana, pues en estos casos es imprescindible consultar al médico.
Los síntomas de la faringitis bacteriana más comunes son:
- Dolor de garganta muy intenso que dificulta tragar.
- Fiebre por encima de 38ºC.
- Placas de pus en la parte trasera de la garganta.
- Malestar general y dolor que puede irradiar hasta el oído.
De todos modo, ante cualquier duda siempre es recomendable acudir al médico para que determine el origen de la afección.
Cómo aliviar el dolor de garganta
La faringitis viral es una condición que suele desaparecer por sí sola al cabo de unos días, una vez que nuestro sistema inmune combate el virus.
Sin embargo, si padeces dolor e inflamación de garganta, tienes la opción de tomar un medicamento que ayude a aliviar estas molestias.
Las pastillas para chupar Strefen 8,75 mg con Flurbiprofeno proporcionan alivio de los síntomas del dolor de garganta agudo tales como irritación, dolor, dificultad para tragar e inflamación para adultos y adolescentes a partir de 12 años. Antes de usarlo se debe leer las instrucciones de estos medicamentos y consultar al farmacéutico, además de no administrar el medicamento en caso de úlcera gastroduodenal. Strefen es un medicamento de Reckitt Benckiser Healthcare S.A.
Además de tener la opción de administrar un medicamento que te ayude con el dolor y la inflamación de garganta, en casos de faringitis viral también puedes seguir los siguientes consejos:
- Gárgaras con sal: la sal tiene grandes propiedades antimicrobianas, por lo que ayudará a eliminar los virus de la garganta.
- Bebe mucha agua: es imprescindible beber mucha agua cuando se padece faringitis. El agua no solo ayuda a humectar la garganta, sino que también ayuda a depurar los virus del organismo.
- No fuerces la voz: es mejor reposar y hablar lo menos posible con tal de no forzar la garganta y procurar su buena recuperación.
- Caldos y comidas blandas: con la faringitis, comer puede llegar a ser una tarea muy complicada. Por ello, se recomiendo tomar caldos templados y alimentos blandos, a fin de no dañar la garganta. En nuestro artículo Qué comer cuando tengo dolor de garganta, te ofrecemos algunas recomendaciones para una dieta blanda que impida que las molestias empeoren.
- Evita los irritantes: si fumas, suspende este hábito mientras tengas faringitis, pues el humo del tabaco es un irritante que puede empeorar el cuadro. Del mismo modo, es conveniente evitar todos los Alimentos que irritan la garganta y que pueden causar más molestias.
- Haz reposo: si tienes fiebre o dolor muscular por la faringitis, lo mejor es que reposes y no hagas esfuerzos. De este modo, tu organismo podrá centrarse en combatir la infección.
Si el causante es un virus, esta condición que no se trata con antibióticos, pues los antibióticos no son efectivos contra virus y su ingesta sin supervisión médica puede resultar contraproducente.
Si sospechas que tienes faringitis bacteriana consulta a tu médico para recibir un tratamiento oportuno.
Cómo prevenir la faringitis viral
Como ya hemos explicado, esta condición es muy contagiosa y debido a que es propagada por un virus, no siempre es posible prevenirla. Sin embargo, algunas medidas básicas pueden ayudar a reducir las posibilidades de contagio de la faringitis viral:
- Evita compartir objetos de uso personal que entren en contacto con la saliva, como vasos, botellas, cubiertos, platos o cepillos dentales. Además, es importante enseñar a los más pequeños que no deben compartir este tipo de utensilios.
- Después de estornudar o toser, lava bien tus manos.
- Mantén también una buena higiene lavando tus manos antes de comer o luego de ir al baño.
- Protege tu garganta durante el invierno para evitar que los cambios bruscos de temperatura afecten su salud y te hagan más propenso al contagio de virus.
- Ventila adecuadamente tu casa, especialmente en invierno. Los espacios cerrados y sin ventilación son ideales para la propagación de virus y bacterias.
- Si alguien de tu entorno tiene esta condición, limita el contacto y evita aquellas situaciones en las que puedan transmitirse secreciones de saliva.